Qué decirle a los odios

Por Adrian Esparza (adrian_algo@hotmail.com)

¿Qué decirle a los odios
que están ocupados por sus propios silencios?
¿Con quién hablar,
dónde colgar los recuerdos y las plegarias?
¿Qué decirle a una boca llena de agua?

                         Nada.
Nos sostiene a la voz,
las palabras desfilan sobre la lengua
y la inercia del ruido las lleva al silencio;
callamos,
y el único lugar para el grito
es en el recuerdo,
en la cueva innombrable del miedo,
en la boca que se hace agua.

Arrúllame
con un reclamo contra el sueño,
toma de mis labios
el suspiro vivo de esta tierra aletargada por la sangre
y regada con estaño y pólvora;
susurremos al oído del viento
las tormentas que no se iniciaron hace años,
recordémosle al pueblo de este edén celeste
como llover
para apagar los incendios que lo agobian.

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